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11:31 am

Electroestimulación muscular: ¿Qué sabemos realmente?

La electroestimulación integral, también conocida como EMS (ElectroMyoStimulation), biotraje o Electrofitness es la última moda. Nuestro entrenador personal Guillermo Alvarado explica […]

Electroestimulación muscular - qué sabemos

La electroestimulación integral, también conocida como EMS (ElectroMyoStimulation), biotraje o Electrofitness es la última moda. Nuestro entrenador personal Guillermo Alvarado explica en Men´s Health qué sabemos realmente sobre la utilidad de esta tecnología y si es cierto todo aquello que promete.

Al igual que ocurriera con aquellos centros de vibroestimulación ya casi extinguidos, prometen resultados superiores a los obtenidos con entrenamiento más convencional o, por lo menos, en menos tiempo y con menos esfuerzo. Esto no es nada nuevo si lo extrapolamos a otros sectores donde parece que esta misma fórmula tiene, y siempre ha tenido, el éxito asegurado. Cada vez que alguien saca un nuevo producto que asegura resultados milagrosos sin apenas tiempo o esfuerzo el éxito a corto plazo está prácticamente asegurado. Una vez la corta vida de este servicio o producto empieza a extinguirse pasados en muchos casos apenas unos meses, siempre hay otro dispuesto a coger el testigo. Ya sea una pulsera que gracias a un holograma te convierta en una especie de superhéroe, o unas zapatillas que sólo con llevarlas puestas puedas despreocuparte que ellas ya se encargan de todo, o una crema, pastilla, etc… da igual que pasados unos años algún valiente demande en EEUU y se vean obligados a devolver el dinero porque… ¿Quien guarda la factura o ticket de compra? De todas formas, esta clase de reclamaciones masivas habituales en EEUU no serían posibles en España puesto que la ley que ampara al consumidor no es tan severa para las empresas que engañan a sus consumidores o cuentan medias verdades, lo que les permite vender promesas, y utilizar argumentos de venta, sin arriesgarse a demandas multimillonarios. En el peor de los casos se cierra el negocio y nadie es legalmente responsable.

La electroestimulación muscular o electrofitness se basa en la contracción involuntaria de las fibras musculares puenteando al sistema nervioso central y utilizando para ello la electricidad que un aparato aplica a nuestros músculos. Si a esto le añadimos que el orden de reclutamiento de las unidades motoras (fibra muscular + nervio motor + motoneurona) es la opuesta a la que se da de manera natural o voluntaria, y que las adaptaciones se producen en función del tipo de estímulo y sobre aquellos tejidos que reciben más estrés, observamos que la tecnología en sí misma ya tiene un problema de base. Junto a un plan de entrenamiento convencional con resistencias puede resultar interesante pero nunca una alternativa. A esto debemos añadirle la dificultad de establecer una intensidad de trabajo puesto que, si bien en el entrenamiento convencional voluntario la intensidad se establece en función de un porcentaje sobre el peso máximo (1RM) dependiendo de esta el tipo de resultados que obtendremos, con electroestimulación esta relación se establece en función del máximo que somos capaces de soportar, lo que depende directamente de la motivación y la capacidad de soportar el dolor de cada uno. Esta es según los autores una de las razones que justificaría la disparidad de resultados obtenidos con esta tecnología.

La electroestimulación muscular, también conocida como electromyoestimulation (EMS) puede ser aplicada localmente con aparatos que casi todos hemos visto o utilizado alguna vez, y más recientemente en los centros que menciono al principio con unos chalecos o trajes que permite la contracción simultánea de varios músculos. En este casos el nombre que recibe es el de Whole-body electromyostimulation (WB-EMS), aunque es más común que se den a conocer con nombres como electrofitness, electroestimulación integral, o biotraje en otros. Metodológicamente la electroestimulación puede aplicarse de manera aislada, combinada con entrenamiento convencional, o superpuesta. En el último caso la electroestimulación funciona a la vez que realizamos ejercicio voluntario, mientras que cuando hablamos de métodos combinados se trata de sistemas donde existe trabajo involuntario con electroestimulación muscular y voluntario con resistencias (convencional) pero en diferentes momentos, no a la vez.

Cuando la electroestimulación muscular es aplicada localmente, y no en todo el cuerpo como ocurre en estos centros de electrofitness, y combinada con entrenamiento de fuerza convencional con resistencias, o bien en ciertas patologías donde la musculatura está inhibida, o incluso en recuperación y reinserción a la competición, tiene base desde hace más de 30 años. Tudor Bompa, sin ir más lejos, ya la contemplaba hace más de 20 años en sus famosas periodizaciones anuales, y Cometti hablaba de ello en sus métodos modernos de musculaciónhace tanto que ya podríamos decir que han pasado de modernos a clásicos. También en la antigua Unión Soviética, Rumania, Bulgaria y el resto de países del Eastern bloc (pacto de Varsovia) se utilizó con éxito mucho antes de que en occidente siquiera supiéramos de su existencia. Eso si, siempre como complemento y nunca como alternativa al entrenamiento con resistencias convencional como se trata de vender actualmente por estas franquicias de electrofitness de reciente aparición. Personalmente, yo lo veo como un accesorio más dentro de la caja de herramientas igual que puede serlo la vibroestimulación, el Yoga o Pilates. Cuantas más herramientas tengas más fácil resultará tu trabajo y más eficiente serás. Resultaría ridículo que cuando el señor Allen inventó sus llaves pretendiera en su publicidad que tiráramos el resto de herramientas. Hay un dicho en EEUU que traducido literalmente dice que algo así como que cuando sólo tienes un martillo todo te parece un clavo.

Si recurrimos a la bibliografía existente, me he encontrado todo tipo de documentos. Algunos publicados por organismos supuestamente serios donde claramente quien escribe tiene algún tipo de interés en que esta tecnología gane adeptos. Esto se ve cuando el autor habla de la utilización en deporte de la más alta competición y cuando recurres a la referencia citada se refiere a algunos jugadores de tenis de mesa y equipos de Volley playa. No es por desmerecer a estos deportes y sus practicantes pero si la evidencia fuera tan clara ¿No creéis que estos chalecos habrían llegado antes a los deportes mayoritarios donde se mueve mucho más dinero como el fútbol, o en Estados Unidos, donde en estos temas suelen ir un poco adelantados, a deportes como Fútbol Americano, Basket, Baseball o Hockey? También resulta contradictorio que cuando pregunto a Mike Boyle me diga que no conoce este tipo de negocios en EEUU y que según la bibliografía donde se han originado y más fuerte están pegando es en Alemania. ¿Acaso la fisiología de los Alemanes y Españoles es diferente a la de los Americanos o es que los primeros tienen un mayor interés por mejorar su estado de forma? Claramente no es el caso. También cita algunos equipos de la Bundesliga pero cuando preguntamos a Juan Ferrando, preparador físico de alguno de los mejores equipos de fútbol del mundo nos dice que esta tecnología no mejora el rendimiento en este deporte. Además, por si esto sólo ocurre entre los futbolistas Alemanes tampoco Mark Verstegen lo utiliza cuando prepara a la selección Alemana de cara a un mundial o una Eurocopa.

Algunos de los resultados que prometen en estos centros de electroestimulación integral, EMS o electrofitness es el aumento de la pérdida de grasa pero el estudio más serio que se ha llevado a cabo hasta la fecha (Kemmler, 2012) cifra el aumento del consumo energético llevando estos chalecos superpuestos mientras realizamos ejercicio en el equivalente a andar con o sin bastones. Dicho estudio concluye diciendo “The relatively small effect did not suggest a broad application of this device in this area”. Si a esto le añadimos la escasa duración de las sesiones sería como pensar que por andar 20 minutos con bastones equivale a hacerlo una hora sin ellos. Otro estudio realizado en Alemania con mujeres sedentarias que utilizaron únicamente esta tecnología obtuvo una pérdida de un 1% de grasa tras un año de utilización de este tipo de trajes. También he llegado a leer en la publicidad de alguno de estos centros que permite la pérdida localizada de grasa lo que demuestra que son perfectamente conocedores de las inquietudes de sus clientes pero no del funcionamiento del cuerpo humano o bien existe mala fé puesto que no hay ningún estudio indexado que avale esta promesa y si multitud en contra. No porque el depósito de un coche esté más cerca del motor va a consumir más gasolina al igual que tampoco vas a consumir la grasa de los mofletes por estar masticando chicle todo el día.

En cuanto a la mejora del rendimiento, hay discrepancia entre los diferentes estudios publicados posiblemente debido a la complejidad de establecer unas pautas de entrenamiento con electroestimulación (EMS) lo que hace que cada estudio utilice un protocolo diferente. No obstante, parece ser que la mejor opción es el entrenamiento convencional con resistencias combinado, que no superpuesto, con EMS local (NO en todo el cuerpo como se ofrece en estos centros y franquicias de electrofitness). También hay un gran número de estudios que no encuentra mejoras en este caso frente al entrenamiento convencional voluntario. Resulta curioso que, aún cuando la electroestimulación de cuerpo entero mediante trajes o chalecos se diseñó para tratar de compensar las deficiencias de esta tecnología cuando aplicada de manera local, los resultados obtenidos en los escasos estudios existentes con electroestimulación de cuerpo entero o integral sean peores que con EMS local (Filipovic, 2012). Este mismo autor dice que la superposición de movimientos dinámicos y electroestimulación de cuerpo entero, tal y como se practica en los centros monográficos y franquicias de electroestimulación o electrofitness, no compensa las deficiencias originadas debido a la falta de voluntariedad en la EMS local por lo que no llega a existir la transferencia el rendimiento físico que se pretendía con esta evolución.

Otro objetivo de este sistema, debido a que movimientos voluntarios e involuntarios mediante electroestimulación reclutan fibras en sentidos opuestos, era una mayor activación de unidades motoras (fibra+nervio motor+motoneurona). Paillard en “Electrical Stimulation Superimposed onto Voluntary Muscular Contraction” demostró que esto NO ocurría excepto en ejercicios específicos de naturaleza excéntrica y concluye diciendo que un entrenamiento con individuos sanos donde se superpone contracciones involuntarias mediante electroestimulación muscular y movimientos voluntarios no aporta ningún beneficio respecto a los movimientos voluntarios solamente. Este mismo autor, en otro estudio publicado en 2008 bajo el título “Combined Application of Neuromuscular Electrical Stimulation and Voluntary Muscular Contractions” concluye diciendo que la combinación de ambos sistemas (ejercicio convencional con resistencias y Electroestimulación), que no superposición como ofrecen los centros y franquicias de electroestimulación o electrofitness, es decir, en momentos diferentes y no a la vez, mejoraba los resultados obtenidos con trabajo voluntario solamente. También menciona en las conclusiones que el trabajo involuntario con electroestimulación es incapaz de mejorar la coordinación entre los diferentes músculos implicados en movimientos complejos. Más tarde, en el Journal of Motor Behaviour (2011), un estudio titulado “Electrical Stimulation Superimposed on Voluntary Training Can Limit Sensory Integration in Neural Adaptations” concluye diciendo que la electroestimulación superpuesta sobre el entrenamiento voluntario interfiere en la aferencia neurofisiológica evitando las adaptaciones neuronales de las que depende la generación y control de la fuerza.

Otra promesa que he visto publicada en estos centros es que respetan la integridad articular debido a que se trabaja sin impacto, algo carente de todo sentido y que podría demostrar mala fe, ya que a día de hoy sabemos que las cargas compresivas dentro del umbral de tolerancia refuerzan el cartílago haciendo que la articulación sea más resistente a la degeneración propia del paso de los años y, por tanto, disminuyendo el riesgo de sufrir artrosis y otras patologías de las articulaciones en el futuro.

Tampoco habría que olvidar el problema que supone la correcta colocación de los electrodos. Cuando aplicamos electroestimulación local se debe utilizar una especie de sensores con forma de lápiz que nos indican cual es el punto donde la contracción es óptima. Esto es así debido a que cada uno dispone de una morfología ligeramente diferente que hace que la colocación no sea universal. Otro punto a tener en cuenta es el sudor puesto que en caso de que deseemos preservar unas mínimas normas de higiene entiendo que cada individuo deberá disponer de su propio chaleco. ¿Y cómo solucionamos el problema de las diferentes fisionomías con chalecos de uso universal? Por muchas tallas que tengan en función de la fisionomía de cada individuo los electrodos caerán en lugares diferentes. Alguno estará pensando que esto es hilar demasiado fino pero posiblemente sean estas las causas de que los estudios obtengan mejores resultados con electroestimulación local que con la aplicada en todo el cuerpo mediante estos nuevos sistemas.

Respecto al argumento de que lo utilizan ciertos deportistas por todos conocidos, no sirve que un atleta diga que utiliza una determinada tecnología o aparezca en YouTube haciendo uso de ella por la mismo razón de que no me sirve que una marca diga que los futbolistas de un equipo al que patrocinan utilizan sus servicios o productos. Los atletas profesionales no muestran sus técnicas de entrenamiento en público a no ser que se les pague por ello por razones evidentes. Además, de entre aquellos que utilizan electroestimulación muscular pero no lo dicen, ninguno ha dejado de entrenar como solía demostrando que la utilizan como accesorio y no como alternativa al entrenamiento convencional con resistencias como proponen estos centros.

No obstante, debido a la disparidad de resultados observada en los estudios existentes, he pensado que en este caso resultaría también interesante pedir a algunos colegas que participen:

Eduardo Sieso, experto en Biomecánica y profesor del Máster en mecánica del ejercicio de Resistance Institute dice: “Mientras haya músculos y articulaciones que podamos mover de forma activa no veo ninguna necesidad de “puentear” al pobre sistema nervioso. Para nada me sirve alcanzar mayor frecuencia de estimulación si las adaptaciones fisiológicas son totalmente diferentes a las necesarias para una vida real y funcional. Por lo que me cuentan ni siquiera las sensaciones son demasiado agradables”.

Jorge García, Doctor en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte , profesor en INEFC de Barcelona y preparador físico de la selección Española de Hockey femenino, además de diversos deportistas olímpicos, cuando le pedí que me echara un cable opinando sobre el tema me dijo: “El cerebro no envía la información sobre cómo y cuando se debe contraer la musculatura, por tanto no habrán adaptaciones en este sentido. El cerebro necesita acciones muy especificas para adaptarse  de manera positiva al objetivo que buscamos.  El uso de “únicamente” este tipo de aparatos puede ser contraindicado en base a este razonamiento. Sería como poner en marcha un coche teledirigido y dejarlo correr sin utilizar el mando de control”.

También he pedido a Mike Boyle, considerado uno de los mejores entrenadores del mundo (Sólo en 2013 ganó las World Series de Baseball con los Boston Red Sox, y el mundial de hockey con EEUU) y uno de los padres del entrenamiento funcional, que participe compartiendo su opinión. Para garantizar que no se pierde información he preferido redactarlo tal cual me lo dijo: “Electrical stimulation is a useful technique in rehab but has not to my knowledge been used successfully with healthy people to gain muscle strength and size. In addition the claim that you can work out for shorter periods and gain more benefit has clearly not been proven. There is very little research or empirical evidence to support this” (La electroestimulación es una técnica efectiva en rehabilitación pero no tengo conocimiento de que se haya utilizado con éxito en individuos sanos para ganar masa muscular y fuerza. El argumento de que puedes conseguir mejores resultados en menos tiempo claramente no se ha visto demostrado. Hay muy pocos estudios o evidencias prácticas para apoyar esto).



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