Nuestra entrenadora personal Sara Tabares explica en Cadena SER, junto a Victor Alfaro, director general de Podoactiva, como un estudio biomecánico de la pisada ayuda a evitar lesiones en la práctica deportiva

Para saber cómo están nuestros pies lo primero es realizar un estudio biomecánico de la pisada antes de correr el riesgo de lesionarnos, antes de empezar a correr. Después hidratar los pies, elegir un buen calcetín y un calzado deportivo adecuado con la actividad física que vayamos a realizar, teniendo en cuenta nuestro peso corporal y el lugar donde vamos a practicar deporte.

«Una buena pisada es fundamental para el rendimiento deportivo. Los pies son como los cimentos de una casa. Muchas veces una mala pisada es la culpable de gran parte de lesiones y sobrecargas musculares», afirma Víctor Alfaro, podólogo y director general de Podoactiva. Partiendo de la base de ninguna pisada es igual, ni perfecta, para saber y detectar posibles anomalías en nuestros pies lo primero es realizar un estudio biomecánico de la marcha. «Se lleva a cabo en una clínica podológica. Nos permitirá ver cómo esa forma de pisar cómo afecta al resto de estructuras que no son el pie», explica.

La gran pregunta que se hacen los runners es: ¿Soy probador o supinador? Según Alfaro:»Son términos que están muy de moda. Pronar es cuando el pie cae hacia adentro; supinar es lo contrario, cuando cae hacia afuera, en su cara externa. Son palabras que a simple vista no dicen mucho, cuando hacemos un estudio biomecánica, tenemos que mirar algo más. Casi todo el mundo supina cuando apoya el pie corriendo y todo el mundo prona porque tiene que despegar por el primer dedo. Estos términos son relativos, hay que ver en estática y dinámica cuando empiezas a pronar. Pronar es un mecanismo natural de amortiguación del cuerpo. Si el pie no pronase nada, nuestra rodilla se rompería porque pronar es lo que absorbe el impacto de cada paso y hace que nuestra rodilla esté protegida. Hay que tener cuidado a la hora de elegir una zapatilla con mucho control de pronación, porque puede que en caso de que no la necesitemos podamos añadir un problema a nuestra rodilla».

La forma de pisar no sólo va a ocasionarnos problemas en el pie (fascitis, espolón calcáneo), sino que podemos tener lesiones en cualquier otra zona de nuestro cuerpo (sobrecargas tendinosas, problemas en la rodilla).