La actividad física, principal herramienta para prevenir dolor cervical
Según datos de la Encuesta Nacional de Salud, al menos uno de cada seis adultos sufre trastornos crónicos, entre los […]
Según datos de la Encuesta Nacional de Salud, al menos uno de cada seis adultos sufre trastornos crónicos, entre los cuales se encuentra el dolor cervical con un 15,9% de los casos. Sara Tabares, parte del equipo de entrenadores personales en Valencia PERFORMA, explica en SER Saludable cómo puede el ejercicio ayudarte a prevenirlo.
En muchas ocasiones, el dolor cervical ocasionado por una sobrecarga de los músculos del cuello trae como consecuencia importantes dolores de cabeza. Según César Gimilio, fisioterapeuta y osteópata, el cuerpo humano está diseñado para el movimiento, siendo el sedentarismo uno de los problemas más graves que sufrimos actualmente. Problemas como malas posturas a la hora de trabajar, así como el excesivo uso de ordenadores, nos hacen ir en contra de nuestra naturaleza y propician la rápida aparición de este tipo de patologías.
Puede ser que más de un día te hayas levantado con dolor cervical o simplemente hayas notado una tensión muscular en la zona de alrededor. Respecto a este tema, Gimilio admite que en la mayoría de los casos no se trata de algo grave, ya que suele ser el resultado de una sobrecarga de los músculos del cuello o consecuencia de una lesión traumática. Además, las vértebras cervicales y sus discos intervertebrales se desgastancon la edad y es normal padecer rigidez, así como disminución de movilidad. Más de la mitad de las personas mayores de 50 años sufren molestias y dolores más o menos crónicos. A su vez, los malos hábitos respecto a posturas y la falta de actividad física son los que generan más consultas en el fisioterapeuta.
Aproximadamente un total de 10 millones de españoles sufren dolor cervical o lumbar. Cuando la cervicalgia aparece normalmente no viene sola, sino que está frecuentemente acompañada por mareos y dolores de cabeza. La rigidez articular, los espasmos musculares y la tensión miofascial generan una influencia negativa en la vascularización craneal. Los vasos principales afectados a nivel arterial van a ser las arterias vertebrales y carótidas y la vena yugular interna, además de importantes estructuras nerviosas como el nervio vago.
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