Cardio interválico vs cardio aeróbico
Si el cardio interválico es mejor que el cardio aeróbico, y viceversa, es un tema que da mucho que hablar […]
Si el cardio interválico es mejor que el cardio aeróbico, y viceversa, es un tema que da mucho que hablar y muy técnico, pero aquí van unas ideas básicas necesarias.
Cardio aeróbico
Con el entrenamiento aeróbico se busca eliminar calorías, sin perder el umbral aeróbico para asegurarnos de que estamos obteniendo la energía de las grasas acumuladas. Los procesos químicos destinados a obtener energía desde las grasas requieren una presencia de oxígeno suficiente, y si aceleramos el ritmo demasiado nos faltará oxígeno y se bloqueará esta vía. A partir de ese punto, el cuerpo trabajará anaeróbicamente para obtener la energía del glucógeno.
Las ventajas del entrenamiento aérobico, son que prácticamente solo se consume energía procedente de las grasas, es más relajado y no hace falta estar en forma para ponerlo en funcionamiento. Respecto a la contras, no ayuda excesivamente a mejorar el sistema cardiovascular y requiere más tiempo para eliminar menos calorías.
Cardio interválico
A diferencia del aeróbico, el cardio interválico es aquel en el que se cambia de intensidad y se suben las pulsaciones a ritmos muy elevados, cercanos al 90% en tramos relativamente cortos, como de uno, dos o tres minutos y a continuación, se baja el ritmo para recuperar las pulsaciones a niveles confortables, para volver a subir y así sucesivamente. Los picos de intensidad y las fases de descanso pueden variar en intensidad y tiempo.
Con este entrenamiento se gana una importante mejora en todo el sistema cardiorrespiratorio y se consigue reducir el tiempo de entrenamiento para quemar las mismas calorías. Ahora bien, estas calorías no proceden exclusivamente de las grasas, pero el hecho de haber sometido al cuerpo a un esfuerzo más intenso provoca que las pulsaciones se mantengan elevadas después de haber terminado el ejercicio, pudiendo llegar esta fase de recuperación hasta las dos horas (tu cuerpo estará más tiempo quemando calorías).
Entre sus ventajas, encontramos que necesita poco tiempo, quema muchas calorías, las pulsaciones residuales queman mucha grasa, y mejora los sistemas cardiovasculares y respiratorios. Además, eleva el umbral aeróbico, permitiendo que en posteriores sesiones nuestro cuerpo queme más calorías procedentes de las grasas.
En cuanto a los contras, el cardio interválico es más estresante y cansado, provoca más hambre que el aeróbico, requiere de cierto estado de forma para practicarlo y consume mucho glucógeno, energía de la que usaríamos para las pesas.
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Fuente del contenido:
Guillermo Alvarado, Entrenador personal titulado por la National Academy of Sports Medicine (NASM) de EEUU, y postgrados en Fisiología del ejercicio, y Nutrición y ayudas ergogénicas.