En España más de 1 millón de personas padecen de hipotiroidismo, aunque la mayoría no lo saben. Según la Asociación Española de Cáncer de Tiroides (AECAT), el 37,9% de la población no sabe nada sobre el tiroides y el 54% sabe muy poco. Es por ello que en el artículo de esta semana hablamos con el jefe de endocrinología del Hospital General de Valencia, Carlos Sánchez, y la nutricionista Jéssica Ruiz sobre las alteraciones de la tiroides.

¿Qué es la tiroides?

La tiroides es una glándula en forma de mariposa que se ubica en el cuello, justo por encima de la clavícula, produce hormonas (hormonas tiroideas) que controlan el ritmo de muchas actividades que desarrolla nuestro cuerpo, entre las que destacan la velocidad con la que se queman las calorías y el ritmo de los latidos de nuestro corazón, por lo que podemos decir que tiene mucho poder sobre nuestro organismo. Desgraciadamente, existen muchos mitos y desinformación sobre las alteraciones de esta glándula.

Cómo funcionan las tiroides

La glándula tiroidea es elemental desde nuestra concepción. En nuestra etapa fetal, durante las primeras 11 semanas dependemos de las hormonas tiroideas de la madre, que son esenciales para el desarrollo del sistema nervioso central del cerebro. De tal manera que, si no hay hormonas tiroideas durante la etapa fetal, aparece una entidad llamada cretinismo, que produce una deficiencia intelectual relevante.

Como nos comenta Carlos Sánchez, especialista en endocrinología, cuando una alteración de esta glándula se produce en nuestro cuerpo, podemos notarlo hasta en nuestro pelo, uñas de las manos o en la piel, no solo en el cuello; pues actúan y se necesitan en prácticamente todas las actividades de nuestro organismo.

Hipo vs hipertiroidismo

El hipotiroidismo se produce cuando el tiroides no funciona de forma adecuada, bien sea por razones biológicas, como que al nacer una persona no tiene esta glándula,

Lo complicado es identificarlo, sobre todo en niños pequeños, ya que hay que realizar varias pruebas para cerciorarse ya que los expertos médicos siempre tratarán de evitar comenzar con el tratamiento para ello porque supone serios problemas a largo plazo.

Ahora que, una vez identificado, el tratamiento a seguir es muy fácil y cómodo. Se toma la tiroxina, que, administrada por vía oral, aporta las hormonas tiroideas necesarias para que la persona en cuestión pueda regular el funcionamiento de su cuerpo. Tratamiento barato y sencillo de tomar, aunque es crónico.

Hipertiroidismo es el funcionamiento excesivo del tiroides, es decir, es una enfermedad autoinmune. Por ejemplo, el organismo ante una alteración externa, quizá en lugar de producir anticuerpos contra la COVID 19, lo hace contra tu tiroides.

La sintomatología es que todo se acelera, por lo que se tiene taquicardia, insomnio, nerviosismo, palpitaciones, temblor de manos, etc. Por ello, necesita un tratamiento médico o incluso una cirugía cuando se padece de un caso grave.

Otras alteraciones

Además, añade Carlos, que, al hablar de alteraciones de las tiroides, también conviene definir qué es el bocio. El bocio es el aumento del tamaño del tiroides, sin causa específica. Lo más común es que se dé por falta de aporte de yodo, es decir, que nuestra glándula tiroidea detecta esta falta y por ello aumenta su tamaño en forma de algún nódulo.

Es importante, por lo tanto, que, cuando detectemos que tenemos bocio, acudamos al médico, puesto que este analizará los nódulos y nos dirá si alguno de ellos es cancerígeno. Cuando uno de ellos da positivo, el resultado se suele resumir en un cáncer de tiroides.

Corea del Sur es el país con mayor incidencia en cáncer de tiroides, más específicamente lo padecen en su mayoría las mujeres surcoreanas y esto se debe a que ha sido un país que, al tratar de investigar en profundidad sobre ello, ha pecado de sobre diagnosticar a la población. Gracias a que sus políticas cambiaron en 2012, el número de casos fue en descenso de manera significativa.

Lo positivo, dentro de lo negativo, es que el cáncer de tiroides es uno de los cánceres menos dolorosos y con más supervivencia de los existentes.

Es aquí donde hay que prestar mayor atención. Si no detectamos ninguna alteración ni síntoma, lo más aconsejable será no realizar una ecografía de la tiroides, porque de forma natural, el cuello produce nódulos que van apareciendo y desapareciendo y puede que, si alguno es detectado como dañino e intentamos o, mejor dicho, nos empeñamos, en tratarlo, nos acabemos empeorando la vida.

¿Cómo puede ser esto? Muy sencillo, porque el tratamiento necesario para tratar las alteraciones en las tiroides, como hemos comentado anteriormente, es altamente perjudicial para la salud y, además, crónico.

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Fuente del contenido:

Sara Tabares,Directora Deportiva y entrenadora personal de Performa. (Graduada en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte (Col. COLEFCV nº 62.850), Licenciada en Periodismo y Doctorando en Ciencias de la Salud)

Carlos Sanchez Juan, Doctor en Medicina por la Universitat de València. Profesor titular del Departament de Medicina de la Universitat de València. Máster en Dirección de Servicios Integrados de Salud (ESADE).

Jéssica Ruiz, Doctora licenciadaen medicina por la Universidad de La Laguna.

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