Violencia obstétrica en detalle: la otra cara al parto
Mientras la OMS hizo una declaración en 2014 para acabar con la falta de respeto durante el parto y la […]
Mientras la OMS hizo una declaración en 2014 para acabar con la falta de respeto durante el parto y la ONU la calificó en 2019 de fenómeno generalizado, a día de hoy muchas mujeres siguen sufriendo violencia obstétrica.
Por tanto, en el artículo de esta semana en Performa hablaremos de una práctica invisibilizada que reciben muchas mujeres, con los psicólogos Alberto Soler, Concepción Roger y la enfermera Xusa Sanz.
¿Qué es la violencia obstétrica?
La violencia obstétrica se refiere a la violencia o maltrato que ocurre durante el embarazo, el parto y el posparto, principalmente hacia las mujeres, por parte de profesionales de la salud o personal médico.
Esta forma de violencia se caracteriza por la falta de respeto, la discriminación, la intimidación, los tratos humillantes, la violencia física o verbal y la negación de la autonomía y la toma de decisiones informadas de las mujeres en relación con su cuerpo y su proceso de dar a luz.
Según la OMS, en 1941 la tasa de mortalidad materna era de 252,5 casos por cada 1000 nacidos vivos, en el 70 de 30,1, en 1990 de 6 y actualmente es de 5, la cifra más baja hasta ahora; pero no implica que por ello se deba dejar de prestar atención a este problema.
¿Tiene un origen concreto?
La violencia obstétrica puede manifestarse de diversas maneras, como el uso excesivo de intervenciones médicas innecesarias, la falta de información clara y comprensible sobre los procedimientos médicos, la negación de opciones de atención respetuosa y centrada en la mujer, la falta de privacidad y dignidad durante el parto, la falta de consentimiento informado, el trato irrespetuoso o degradante hacia la mujer, la presión para tomar decisiones en contra de su voluntad y la falta de atención y cuidado adecuados para las necesidades emocionales y físicas de la mujer durante el proceso de parto y posparto.
Medidas a tomar
Como nos comenta Miriam al adib, ginecóloga y obstetra, es importante destacar que la violencia obstétrica no solo afecta la integridad física y emocional de las mujeres, sino que también puede tener consecuencias negativas para la salud del bebé y dificultar la experiencia de la maternidad en general.
Los derechos reproductivos y el respeto a la autonomía de las mujeres son fundamentales para garantizar una atención obstétrica adecuada y respetuosa.
En muchos países, se están llevando a cabo esfuerzos para concientizar sobre la violencia obstétrica, promover prácticas de atención respetuosas y empoderar a las mujeres durante el embarazo, el parto y el posparto. Además, existen leyes y normativas en algunos lugares que buscan prevenir y sancionar la violencia obstétrica, y se fomenta la formación adecuada de los profesionales de la salud en relación con los derechos reproductivos y la atención obstétrica respetuosa.
Evitar la violencia es sencillo, hay que tener en cuenta que el paciente que está recibiendo cuidados, no conoce y no tiene por qué conocer los protocolos y procedimientos que se llevan a cabo en el proceso de maternidad en cuanto a materia médica se refiere. Por lo que, es importante explicarle en todo momento qué está pasando y las medidas a tomar para que esté informado, no haya confusiones y no sienta que se le está menospreciando como persona.
También habrá momentos en que deba elegir una opción u otra, si hay una que es preferente por aportarle más beneficios, solo hay que explicárselos con paciencia y terminología que pueda comprender y respetar sea cual sea su decisión, puesto que es ella quien está pasando por el proceso.
Lo más probable, es que como el embarazo es un tema común sobre el que prácticamente todos hemos escuchado hablar, se tiende a pensar que la obstetricia es una especialidad sencilla, cuando es como cualquier otra especialidad médica.
Existe tanta falta de información sobre la maternidad y el embarazo, que a veces son un tema tabú para muchos, y no se trata como cualquier otra especialidad médica como podría ser la oftalmología o la endocrinología y por ello existen dos creencias erróneas:
La primera es que, por ser mujeres, las pacientes ya deben tener conocimientos previos sobre el embarazo, su proceso, su tratamiento, etc.; al acudir al médico por primera vez.
La segunda es que todas las embarazadas, como pasan por un mismo proceso, van a necesitar lo mismo. Esto es lo más lejano a la realidad. Como en cualquier otro campo, de la medicina o de la vida, cada mujer es un mundo y cada cuerpo tendrá necesidades diferentes, por lo que intentar de tratar a todas de la misma manera es un error que debemos evitar cometer.
Ante estas situaciones, siempre será mejor dar un consejo o recomendación desde el respeto, mostrando empatía y ganas de apoyar a esa persona en lugar de tratar de imponerle una idea, porque entonces comienza a actuar la violencia obstétrica.
¿Conocías este término? Sea como sea, siempre está bien aprender y educarnos sobre los cuidados de una mujer en su etapa de embarazo, sin tapujos y normalizar hablar sobre este tema. Si quieres saber más información sobre cuidados de la salud, escucha el episodio entero en Cadena Ser o visita nuestra web Performa, centro de entrenadores personales en Valencia.
Fuente del contenido:
Sara Tabares,Directora Deportiva y entrenadora personal de Performa. (Graduada en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte (Col. COLEFCV nº 62.850), Licenciada en Periodismo y Doctorando en Ciencias de la Salud)
Aberto Soler, Licenciado en Psicología por la Universidad de Valencia.
Xusa Sanz, Enfermera y nutricionista experta en salud femenina.
Concepción Roger, Psicóloga y doctora en Psicología.