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Manual del uso correcto de los antibióticos

Según algunas investigaciones, los antibióticos se consideraron inicialmente como los medicamentos maravillosos, porque se introdujeron en un momento en el […]

antibiotico - entrenadores personales en valencia

Según algunas investigaciones, los antibióticos se consideraron inicialmente como los medicamentos maravillosos, porque se introdujeron en un momento en el que solo habían operaciones quirúrgicas o curas espontáneas para infecciones bacterianas graves.

Hoy la mayoría de las infecciones bacterianas que se detectan a tiempo se pueden tratar de manera segura con antibióticos, y los antibióticos de amplio espectro se pueden usar con pacientes con Covid-19. Sin embargo, el uso de antibióticos ha impulsado la aparición de bacterias resistentes a los mismos, lo que representa otra pandemia global con millones de infecciones resistentes a los antibióticos y más de 700.000 muertes cada año. El desarrollo de nuevos antibióticos sería la clave para el tratamiento de infecciones por microorganismos multirresistentes.

El primer antibiótico fue el Salvarsán, que destacó por su eficacia contra la sífilis. Este se comercializó en 1910, y se conocía como la «bala mágica». En poco más de 10 años los antibióticos han cambiado de manera revolucionaria la medicina moderna, y han extendido la esperanza de vida en un promedio de 23 años. En realidad, hay tres factores que, utilizados de manera combinadas, han aumentado nuestra esperanza de vida: la higiene, la alimentación, y los antibióticos.

 

¿Qué son los antibióticos?

Un antibiótico es una sustancia de origen natural que es tóxica para bacterias. Por un lado, algunos antibióticos se obtienen gracias a algunos microorganismos que los producen naturalmente. Por el otro, algunos antibióticos se producen por síntesis en laboratorio a nivel químico. Lo que conseguimos hoy en día es una mezcla de ambas, es decir, una parte de antibióticos producida por los microorganismos, y otra parte que producimos nosotros en laboratorio. Esa combinación nos permite que sigan funcionando.

¿Cuáles son los principales tipos de antibióticos, y de dónde vienen?

Un antibiótico impide el crecimiento y mata a los microorganismos. Estas sustancias atacan específicamente a las bacterias sin dañar las células humanas. Sin embargo, algunas personas pueden ser alérgicas a ellos, y también existen microorganismos que son resistentes a estos medicamentos.

Cada antibiótico tiene un mecanismo de acción único contra los microorganismos, atacando componentes diferentes. Por ejemplo, los antibióticos betalactámicos actúan específicamente contra la pared celular de las bacterias, una estructura que ellas tienen pero nosotros no compartimos, entonces resultan inocuos para nosotros. Por otro lado, existen otros tipos de antibióticos que se dirigen a los ribosomas, que son las fábricas de proteínas de las bacterias. Sin embargo, debido a que nuestras células también tienen ribosomas parecidas, estos antibióticos no suelen ser la primera opción de tratamiento.

¿Qué es un gen de resistencia?

Un gen de resistencia es un gen de las bacterias que degrada el antibiótico, y cuando está presente este tipo de gen, el antibiótico deja de ser efectivo. En los últimos años han aparecido las bombas de eflujo, que son sistemas de las bacterias que localizan y eliminan a los antibióticos.

Cada día se descubren nuevos mecanismos para neutralizar y prevenir que las bacterias reconozcan los antibióticos, lo que demuestra que la evolución de las bacterias avanza a un ritmo casi más rápido que el nuestro. Además, las bacterias tienen mecanismos adicionales para intercambiarse genes y pasarse información, y esto hace que la resistencia a los antibióticos se propague de forma más rápida. Cuando recibió el premio nóbel, el médico fleming afirmó que habían descubierto algo maravilloso.

Sin embargo, ya habían microorganismos y bacterias que mostraban resistencia a ese antibiótico. De hecho, no existe ningun antibiótico conocido que, en un corto plazo como 5 o 10 años, no haya encontrado alguna bacteria que ya se haya adaptado y ya sea resistente. Todos los antibióticos tienen fecha de caducidad, ninguno es eficaz indefinidamente. Por esta razón, es esencial la búsqueda constante de nuevas soluciones.

¿Comó debe usarse un antibiótico?

Un buen uso de un antibiótico implica tomarlo cuando es necesario. Por ejemplo, cuando el medico te dice que tienes que tomar un antibiótico dos vecez al día durante 7 días, tienes que seguir el tratamiento durante todo el período.

A veces, cuando un paciente nota que ha empezado a mejorar después de cuatro días, suspende el tratamiento. Sin embargo, dejar de tomar el antibiótico antes del séptimo día no sería efectivo. Esto porque estaría entrenando a los microorganismos. De hecho, al principio los mata, pero no al 100%, y si no elimina completamente la población, estos pueden reproducirse y provocar una recaída en el paciente.

¿Qué papel han desempeñado los antibióticos durante la pandemia de covid-19?

Durante la pandemia, surgieron dudas sobre la idoneidad de utilizar un antibiótico con pacientes que como primera patología tienen una enfermedad vírica, pero también una enfermedad causada por bacterias de forma asociada.

Las bacterias multirresistentes representan un problema global, debido a su rápida propagación y dificultad de su tratamiento. Un ejemplo de esto es la tuberculosis, una enfermedad que hace 50 o 60 años estaba ampliamente extendida, mientras hoy en día se considera casi residual. Sin embargo, hay países donde sigue siendo un problema importante, porque no hay antibióticos ni vacunas, como por ejemplo en mongolia. La tuberculosis tiene muchas variantes, lo que significa que el microorganismo que la causa resiste no solo a un antibiótico, sino a muchos, y por esto se le denomina multirresistente. Incluso se están identificando microorganismos extra resistentes que pueden resistir casi todos los antibióticos disponibles, y esas son especialmente problemáticas.

Por lo que concierne a la generación de resistencias, hay dos problemas principales. El primero se refiere a los hospitales, que es un lugar donde hay un gran número de personas enfermas, se utilizan más antibióticos hay más bacterias resistentes. Estas son denominadas enfermedades nosocomiales, y se contraen por ejemplo cuando alguien que lleva algunos días en el hospital para un problema a las piernas, se infecta también con otras bacterias.

El segundo problema está relacionado con las granjas. En países como india o china se sigue utilizando muchísimos antibióticos, mientras que en europa está prohibido utilizarlos de forma normal como promotores del crecimiento. En los últimos 10 años, en españa se están consumiendo cada vez menos antibióticos, y tampoco se dan a los animales ilegalmente, ya que son fáciles de detectar. España era uno de los países que más antibióticos utilizaba en veterinaria, pero en los últimos años se ha observado una disminución en esta práctica sin que esto afecte a la producción.

La carne que consumimos no tiene antibióticos, ya que no se permite una venta de la carne de un animal que haya sido tratado recientemente con antibióticos. Además, se ha comprobado que hay una mayor resistencia a los insecticidas en el ámbito doméstico que el las granjas y en la agricultura, porque aquí hay un control más estricto en el uso de insecticidas.

¿Por dónde pasa el futuro de los antibióticos?

El camino hacia el futuro de los antibióticos pasa en primer lugar por la síntesis combinada entre la síntesis natural y la síntesis orgánica. El resultado son moléculas muy nuevas, entonces será más difícil para los microorganismos desarrollar resistencia rápidamente. Además, se está llevando a cabo un programa llamado «micromundo» en muchas universidades de todo el mundo, con el fin de buscar nuevos antibióticos efectivos.

Otra posible vía de investigación es el uso de virus que combaten a las bacterias, que son bastante específicos en su acción. El futuro de los antibióticos no se encuentra en una única vía, sino hay muchas vías que se utilizan en paralelo y en combinación con el sentido común, es decir, no tomarse un antibiótico porque te apetece o porque te funcionó con una enfermedad pasada en una época pasada.

 

 

 

 

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Fuente del contenido:

Sara Tabares,Directora Deportiva y entrenadora personal de Performa. (Graduada en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte (Col. COLEFCV nº 62.850), Licenciada en Periodismo y Doctorando en Ciencias de la Salud)

Jose Miguel Mulet, Biotecnología de la UPV

Sergi Maicas, Microbiólogo



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