Por qué las rutinas habituales no suelen funcionar
Es mi intención empezar esta aventura hablando de las bases que todo entrenamiento personal debe seguir para que, con el tiempo, dispongáis […]

Es mi intención empezar esta aventura hablando de las bases que todo entrenamiento personal debe seguir para que, con el tiempo, dispongáis de mayor criterio que la inmensa mayoría de asistentes habituales de salas de entrenamiento, incluyendo los profesionales allí presentes. Estas bases, aún estando fuera de toda duda, parecen no ser respetadas por la mayoría de rutinas que he visto diseñadas en gimnasios, lo que demuestra que el profesional que lo diseñó no las conoce o, por lo menos, no las respeta.
En los siguientes posts voy a ir hablando de cada una de estas bases por lo que, si realmente te preocupa aprender a entrenar para, así, alcanzar esos objetivos que se antojaban imposibles, no te puedes permitir perderte lo que viene a partir de ahora.
En este primer post, voy a hablar de por qué la mayoría de rutinas diseñadas en gimnasios no suelen dar los resultados deseados, ni siquiera en el caso de que se ejecuten en los términos exactos prescritos por el instructor de sala.
Conforme avanzamos y buscamos nuevas fórmulas que resulten en instalaciones más agradables y rentables, se están observando dos tendencias claramente diferenciadas. Por un lado encontramos la gran superficie que debe gestionar una gran plantilla de trabajadores, entre profesores de clases colectivas, spa, recepción, cafetería, y sala de entrenamiento, y debe hacerlo de la manera más rentable posible y, por otro lado, los gimnasios convencionales que no cuentan con todos estas comodidades y que, por tanto, su principal atractivo para aquellos que los frecuentan son los resultados que esperan obtener gracias al entrenamiento en su sala de aparatos. En el primer caso, los monitores de sala suelen ser los mismos de las clases colectivas que, entre clase y clase, como tienen que cumplir con las horas establecidas en su contrato laboral, ocupan este tiempo controlando la sala y diseñando las rutinas de los allí presentes. Pero, ¿realmente un monitor de clases colectivas tiene por qué conocer los fundamentos más básicos de fisiología del ejercicio, anatomía, y biomecánica tan necesarios para diseñar una rutina efectiva? Entiendo que habrá quien si y quien no, pero, desde luego, no es una garantía.
En el lado contrario, encontramos los gimnasios habituales donde muchos instructores de sala están en gran medida influenciados por las técnicas de entrenamiento del culturismo y que para nada son aplicables en gente normal, con una genética media, y unos condicionantes que los aleja completamente de aquellos a los que, dichas rutinas, les puede ofrecer algún beneficio. Esta clase de rutinas vienen determinadas por el sistema que suelen seguir grandes figuras del culturismo, sobre todo en EEUU, y que muchas revistas de culturismo venden como “el entrenamiento que sigue fulanito” con el único objetivo de venderte los productos de suplementación que fulanito dice tomar. Por desgracia, una de las principales influencias que rigen la metodología de entrenamiento de muchos instructores es el denominado “bodybuilding method” y que es responsable de que, tanta gente, después de invertir muchísimo dinero en suplementación, y sesiones maratonianas en las salas de entrenamiento, siga sin ver los resultados deseados.
En el próximo post explicaré todas las razones que hacen que, aún siguiendo una metodología culturista con el mismo tesón, perseverancia y ahínco que un culturista profesional, la inmensa mayoría de la gente nunca vea resultados ni siquiera parecidos y que, pasados los años, se vea prácticamente igual ante el espejo. Es precisamente el error de pensar que la rutina efectiva para un individuo lo tiene que ser también para el resto, lo que hace que tanta gente, sobre todo jóvenes neófitos, vivan en las nubes rodeados de expectativas completamente irreales que acabarán dando paso a la frustración, lesiones, problemas de salud y, en muchos casos, a la experimentación con sustancias que acabarán afectando de manera irreversible su salud futura, cuando, lo único que tenían que hacer era diseñar un sistema que resultara efectivo para su caso particular en lugar de seguir, como si de un dogma de fe se tratara, el sistema que otra persona aseguró seguir para obtener unos resultados determinados. Es increíble ver como tanta gente sigue sistemas ineficaces durante años y en ningún momento se plantea que, tal vez, debería cambiar radicalmente y probar cosas nuevas. El organismo no os va a conceder los resultados deseados porque lo matéis de aburrimiento.
Fuente del contenido:
Guillermo Alvarado, Entrenador personal titulado por la National Academy of Sports Medicine (NASM) de EEUU, y postgrados en Fisiología del ejercicio, y Nutrición y ayudas ergogénicas.